Search



Las parejas realmente exitosas han logrado conocer lo que sucede en el corazón y en la mente de su pareja. Se escuchan para comprenderse, conversan y dialogan con el objetivo de entenderse mutuamente y no sólo para resolver el problema que los hizo conversar en el momento.

Muchas parejas, al discutir, sólo están tratando de que su argumento sea el más fuerte. A menudo, antes de que el otro termine de hablar, ya tienen su respuesta para retrucar. En otras, sólo uno es el que habla, como si estuviera jugando al tenis frente a un paredón.

Para aprender a escucharse un buen consejo es que cada uno hable por 10 minutos sin ser interrumpido. Al terminar éste, su pareja deberá explicar qué quiso decir, para comprobar qué entendió. Luego podrá tener él sus 10 minutos y expresar lo suyo y así sucesivamente. Este es un buen ejercicio para practicar y aprovechar. Una vez que se ha realizado unas tres o cuatro veces, la misma pareja comienza a tomarlo como método habitual para conversar.

Es preferible usar argumentos en primera persona, ser sinceros, expresar pensamientos y sentimientos sin agresiones ni echando culpas. Cuando señalamos explícitamente una culpa, la primera reacción de quien recibe la acusación es defenderse y yo más probable es que el problema se agrave.

Expresiones tales como "yo pienso", " a mí me parece", "creo que", "yo siento", "considero", y preguntas tales como "¿Qué opinas de…?" "¿Qué barias si…?", "¿Qué te parece la…?" "¿Qué te gustaría que…?", son buenas para usadas en todo diálogo porque dan importancia a la opinión del otro. Cualquiera se siente afirmado y estimado cuando valoramos y damos lugar a su opinión.